sábado, 24 de diciembre de 2011

La sed

Algo de mi olfato se quedo en tu olor intenso y vivo

Quedo en tu cuerpo formado suavemente hipnótico

Tu cuerpo que llama a mi boca que se nombra deseo.

quisiera con mis versos poder caer sobre tu cuerpo

Sentir la consistencia de tus muslos titilantes

Sentirte la piel cálida y ligera como la luz con que despierto.

mis dedos te reclaman a todas horas

como raíces a la tierra en que se sotienen

Este tiempo en que no vienes si no es como recuerdo

Es la lucha de mi deseo con la fuerza de la distancia

quiero morder el puente de tu cuello que es la carne del hambre de mis labios

besarte la superficie de los hombros hasta trazar nuevos caminos

Sentir sobre mí cuerpo el flujo alephico de tus deseos

Tu sed de oasis dulces y desiertos de tiempo navegar sobre mi cuerpo

Y sentir la afirmación rítmica y continua de la verticalidad con que me bebes

Agitarse hasta saciar la sed con que sostenemos estas palabras

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