Libres
Siento tu corazón como un paisaje desolado y antiguo
en tu camino solitario gemelo de mi antiguo camino
pero es otro mi tiempo como el sentido de mi mirada
es la sed de tu sonrisa la que te abraza con mis ojos
la que se bebe la dulzura amarga de tu boca
la que te quiere sembrar flores nuevas en las lagrimas marchitas
Con mis labios de presente quiero fecundarte la risa
hasta que los labios te crezcan suaves como la vida,
quiero besarte con mis palabras hasta que amanezca el mundo
quiero liberar el grito que no gritas y deseo
quiero curarte el cuerpo con el antídoto de mis manos,
curarte del desgano con la geología del espacio por tus manos conocida
con los parques las plazas y las calles hasta aniquilar el miedo
con tus piernas que se mueven y se agitan
en el pasto que te espera siempre libre donde el tiempo se desliza
con mis labios nuevos y su aire tus odios y sus neblinas,
curar tu corazón herido con la brisa de la vida
la vida es mi sangre y es tu sangre en nuestro cuerpo
la sangre que fluye potente por tus venas
es tu piel y mi piel y la química viva de nuestros deseos
la materia viva de tus besos
tus codos y tu pecho que palpita cotidiano
tus pupilas que se contraen y se dilatan al mirar en el pesero por la ventana o en tu clase
los ojos con que miras el instante de luz con que amanece un día
con los que acaricias el genio de algún arquitecto ilustre y desconocido
y el Sol de la tarde con que se teje el instante de una caricia tibia para descubrirse,
la vida es tan simple como los brazos con que te aferras a mis brazos
o cuando te tomas del tubo del metro o del camión cansada
la vida es tu cuerpo y tu abrazo y la curiosidad de tus ojos
y la prueba de la injusticia y el amor
y el dolor que te obliga a la vida
y mi lengua que despierta como el aire
como una visión corriendo a tus oídos.
Pero la vida no es el letargo de las casas solitarias
ni el hambre sin trabajo
ni La tristeza de los sin sentido
ni el lujo de los sin hambre
ni la prisa de los sin tiempo
ni la impotencia sin justicia
ni la violencia esclava de su miedo
ni las telenovelas y la envidia
ni el celular más nuevo y sus videos
ni las fotografías sin recuerdos
ni los tenis sin piernas y sin calles
ni los arboles sin tierra
ni las azoteas tortura de los perros
ni la muerte de las lenguas
ni un desastre nuclear
ni la poesía incomprensible
ni entregarse a la muerte
ni la guerra de los sordos
ni las almas del diablo
ni el dios de los abusivos
ni los vicios de los vencidos
ni las manos que no construyen
la vida es ahora cuerpo y universo
historia de maíz, de flor y canto
futuro de ceibas y rosas rojas
encendidas para las sombras del mañana
la fuerza de las manos del mesías
y la libertad hecha de nosotros.
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