En honor a Julio Cortazar
Te acercas, tomas mi mano y te tomas de ella como si fuera una llave para abrirle la puerta a mi sonrisa, te sostienes como un girasol y yo como un Sol pequeño giro alrededor de ti, así jugamos, el uno con el otro como si fuéramos mariposas jugando a acercarnos y alejarnos y a rozarnos el rostro como un respiro profundo y suave y si el tiempo pasa, se vuelve un ruido sin importancia y si se acerca la noche no importa si podemos mirarnos y seguirnos y apoyarnos en el aliento cotidiano.
Después nos miramos y jugamos a ser dos aves acariciándose, y si los grillos hablan sus sonidos se convierten en una melodía y entonces un beso basta para volvernos un sola palabra y la pregunta por el mañana se va y las promesas se convierten en promesas cumplidas y nada importa mientras las respiraciones se agitan como cómplices de la misma alegría y mis manos crean en tu piel las líneas de un nuevo lenguaje y encuentran la clave del estremecimiento tibio de tu cuerpo con un nueva caricia liberadora del aliento y entonces somos como dos puertas abiertas y dos exploradores simultáneos y si el silencio se asienta entre nosotros no nos basta para llenarnos de caricias y si las horas se marchan las piernas se vuelven sedentarias y convictas y si llega la noche dejamos a la luna lo apacible y hay un solo abrazo, un solo aroma y una sola porfía.
domingo, 24 de octubre de 2010
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Hey! ¡¡¡Qué gran dedicatoria para Cortázar!!!
ResponderEliminarZaz ya lke voy a dedicar más poemas para que me hagan más comentarios
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